
La Gracia Irresistible ó Llamamiento Eficaz
La Gracia y la Paz de Dios esté con usted
Hemos aprendido por la Palabra que nadie puede salvarse a sí mismo. La salvación no proviene de méritos humanos ni tampoco de dones personales que Dios pueda ver. Todos somos pecadores. Por eso, cuando llega el momento de la salvación para una persona Dios se encarga de llamarlo por medio de su Palabra bendita y la acción del Espíritu Santo. Es así como se asegura la salvación de los elegidos. Digo que se asegura, porque el hombre tal como se encuentra, totalmente muerto no podrá nunca decidirse por seguir a Cristo.
Esa es la razón principal por la cual Dios dota de la fe a los que son sus elegidos. La fe salvadora que permite a las personas creer en Jesús. La Biblia dice que de no ser por la fe éstos se perderían igual que todos los demás no elegidos.
Juan 6:37-44
El llamamiento de Dios es tan irresistible que aquel elegido no puede oponerse. Él es vivificado y renovado a tal punto que aunque éste se oponga termina rendido a Cristo Jesús. La obra de Dios hace que se ablande la conciencia del hombre, lo mueve al arrepentimiento y contrición, lo hace nacer de nuevo, lo dota de fe y lo hace tener voluntad para procurar el bien y desearlo.
Esta es la razón principal por la que se le llama Gracia irresistible, porque el llamado de Dios no puede ser anulado por el hombre.
Juan 10:16; 27-29
Ahora bien, no estoy diciendo que el hombre va esclavizado a Cristo. ¡No! El hombre va en su propia libertad, habiéndola recibido como regalo de Dios. Note éste ejemplo bíblico de cómo opera esto:
Hechos 16:14
Además, Dios no llamará a nadie obligadamente. Él pone el querer como el hacer en el hombre pero sin bloquear mentalmente al hombre.
Filipenses 1:6 Filipenses 1:29 Filipenses 2:13
Pero, ¿A quienes se dirige la Gracia Irresistible de Dios? Lógicamente a los que decreto por medio de su Elección. No es porque el hombre quiera, ni pueda, ni sienta, ni tenga méritos ni sea mejor visto sino que es por la pura elección de Dios. Gloria Dios por los que son elegidos.
Juan 10:16 Hechos 13:48 Romanos 8:29-30
Cristo mismo declara tan tiernamente en Mateo 11:28, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” El habla a los que están trabajados y cargados. Estos están profundamente conscientes de sus cargas de pecado y culpa. Dios ha obrado en sus corazones; Dios ha abierto sus corazones para que éstos crean en el testimonio de la Escritura quienes por naturaleza están muertos en el pecado. El hombre malvado rechaza el reconocer y confesar el peso del pecado. El va por todo lado afirmando que él no tiene ninguna carga, que él no está trabajado ni cansado. Pero Cristo llama poderosamente a aquellos que vienen al conocimiento de su pecado a venir a Él para un descanso. Estos ciertamente vienen y obtienen el descanso que ellos desean. De este modo debe hablar la iglesia a los trabajados y cargados – señalándoles a ellos a Cristo Quien ciertamente y sin duda da descanso.
La Palabra de Dios también declara en Isaías 55:1, “A todos los sedientos: Venid á las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.” Aquí, nuevamente está señalando al sediento. No todos reconocen su sed; solo lo hace al que Dios le abre su corazón. Pero ese tal confiesa que no tiene dinero para comprar. El no merece ni gana las bendiciones de la salvación. Pero aquí está la maravilla de la gracia: uno sin dinero, puede obtenerla. Jesús ciertamente provee a estos sedientos con Su propia vida. Ellos conscientemente vienen a Él y están llenamente satisfechos.
¡Qué seguridad da esta verdad al hijo de Dios¡ El está en la protección de la mano de Dios. Hay muchos enemigos que lo destruirían a él. El diablo, el mundo y nuestra propia carne conspiran para prevenir la salvación del pecador. Con todas estas fuerzas en contra de uno, no podría haber la esperanza de la salvación – si esa salvación dependiera de la acción del hombre. Las fuerzas de maldad pueden burlarse, perseguir pero ningún hombre puede tomar a estas ovejas fuera de la mano de Cristo. El los sostiene a ellos firmemente mientras ellos caminan por esta tierra – hasta que finalmente ellos sean glorificados con El.
Maravilloso, ¿no? a saber por fe que aquellos por los cuales Cristo murió podrán indudablemente entrar a la vida y gloria eternas. Esa es la maravilla de el poder de la cruz. ¿Usted también goza de esta gloriosa seguridad dada a todos aquellos que ama el Señor?
A manera de conclusión, sería bueno aclarar una duda. Los hombres que mueren sin Dios no van a condenación porque Dios así lo quiera y ellos no tengan nada de culpa. Esto es una media verdad. Si bien es cierto ellos no son elegidos no significa que vayan contra su voluntad a condenación, pues, ellos rechazan a Cristo como resultado del endurecimiento de sus corazones. De tal manera que son culpables de su propia perdición.
Romanos 9:14-21