EL MILAGRO EN LA SALVACIÓN
LA REGENERACIÓN
La Regeneración también es mencionada en la Biblia como Nuevo Nacimiento. Cuando el hombre sin Cristo tiene un encuentro con él nace una nueva vida. Dios le otorga una naturaleza espiritual. Por eso aquel que ha tenido un encuentro con Dios ya no puede seguir siendo el mismo.
El nuevo nacimiento es la única forma de recibir a Dios. A causa de la corrupción el hombre no puede llegar a Dios tal como esta. Tiene que convertirse en una nueva creación de Dios. Esto sólo se logra con la Regeneración que Dios obra.
Examinemos es estado del hombre sin Dios:
Muerto espiritualmente: Efesios 2:1
No percibe las cosas de Dios: 1 Corintios 2:14
Como está no puede entrar en el Reino de Dios: Juan 3:3,5
LOS RESULTADOS DEL NUEVO NACIMIENTO
Dios crea una nueva naturaleza:
Juan 1:12-13, Juan 3:5, Santiago 1:18, 1 Pedro 1:23
Vemos en estos pasajes que la obra del Nuevo nacimiento se hace por medio de dos elementos muy importantes: El Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Sin la obra del Espíritu y el poder de su Palabra el hombre puede buscar a Dios de muchas maneras, pero, sin lograr nada.
Por eso es que cuando una persona es que al fin puede buscar a Dios de verdad, puede buscar lo santo.
2 Pedro 1:4
Se convierte en hijo de Dios:
1 Juan 3:8-10, Juan 6:63, Colosenses 1:13
Para finalizar es bueno recordar que la naturaleza nueva no anula la naturaleza heredada de Adán. De manera que, en el cristiano, coexisten ambas naturalezas: la carnal heredada de Adán y la espiritual heredada de Cristo. El antagonismo existente entre estas naturalezas contrarias generan en el creyente un conflicto permanente.
Gálatas 5:17
El deber del cristiano es fortalecer su naturaleza nueva para vencer sobre la vieja naturaleza carnal, para ello, debe someterse a la cruz de Cristo y moverse en el Espíritu de Dios.
Gálatas 5:24-25; 5:16
EL ARREPENTIMIENTO
Muchas veces el hombre rehúsa cambiar su vida, especialmente si el cambio implica que tiene que dejar algo que le gusta. También al cambiar, es necesario que admita que estaba equivocado. El orgullo es uno de los peores enemigos del arrepentimiento.
Hay diferentes ideas en nuestros días acerca de lo que es el “arrepentimiento”. Pero ¿están ellas basadas en lo que las Escrituras enseñan? ¿Es meramente un cambio de mente o hay mucho más involucrado en ello?
2 Timoteo 3:16-17
Vamos a mirar a algunas de las más claras y más precisas definiciones bíblicas del arrepentimiento, comenzando con la enseñanza de Jesús acerca de Jonás y los ninivitas:
Mateo 12:41, Jonás 3:5-10
Para averiguar exactamente lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “se arrepintieron”, vamos a revisar el recuento al cual se está refiriendo: Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. Los ninivitas se humillaron y clamaron fuertemente a Dios, convirtiéndose cada uno de su mal camino. Según la autoridad final, esto constituye el “arrepentimiento”, a diferencia de lo que algunos en nuestros días equivocadamente quieren que nosotros creamos – un simple “cambio de mente”.
Las Escrituras señalan al arrepentimiento como un paso muy importante para la salvación. Es como el punto de partida de una persona. Veamos algunos pasajes de la Palabra de Dios:
Mateo 3:8 Lucas 5:32 Hechos 5:31(Leer 11:18 y 26:20) Romanos 2:4
Elementalmente, el arrepentimiento obra tres tipos de cambios. Cuando te arrepientes Dios se encarga de hacer que tengan una conversión genuina con las características que a continuación verás.
Veamos el ejemplo clásico de arrepentimiento, el del hijo pródigo
Lucas 15:17-19
UN CAMBIO DE PENSAR
Por medio del arrepentimiento se cambian las apreciaciones que antes se tenían. Se piensa diferente acerca de Dios, acerca de la santidad, acerca de los valores del Reino de Dios. Sin arrepentimiento los pensamientos estaban basados en la dureza. Cuando hay un encuentro con Cristo el arrepentimiento sincero hace que pensemos con la mente de Dios.
UN CAMBIO EN LA FORMA DE SENTIR
La Biblia enseña que la persona que se arrepiente cambia su corazón de piedra por sentimientos genuinos y agradables a Dios. No puede pecar y seguir siendo el mismo, no puede seguir sin amar al prójimo, sus sentimientos han sido transformados por la poderosa mano de Dios. Sus sentimientos reflejan la santificación dada por Dios.
Mateo 26:75 2 Corintios 7:9-10
UN CAMBIO EN LA FORMA DE ACTUAR
Nadie arrepentido seguirá actuando como si no lo fuera. Cuando Dios cambia y hay un verdadero arrepentimiento, el cambio es radical en la persona. En palabras de Juan el Bautista se trata de dar frutos dignos de arrepentimiento.
Éste es el sentir que vemos en la Escritura y creer lo contrario sólo sería contradecir la verdad y ser falto de entendimiento. Conozca algunas porciones de la Biblia que defienden esta idea:
Mateo 3:7,8 (Lea 7:21-23; 21:28-32) Lucas 6:43-45 Apocalipsis 2:5
Estos tres cambios son esenciales para que se hable de arrepentimiento. Si no hay estos cambios no se puede hablar de un verdadero encuentro con Dios.
Cambio sólo en las acciones: Reforma religiosa no arrepentimiento.
Cambio sólo en los sentimientos: Remordimiento no arrepentimiento.
Cambio sólo en el pensamiento: Persuasión intelectual no arrepentimiento.
El Arrepentimiento debe ser en los tres aspectos sino sólo se está engañando a sí mismo.
Como lo hemos venido diciendo la salvación es un regalo de Dios. Igualmente el arrepentimiento Dios lo obra en sus elegidos. Es un regalo. Por eso aquellos que son tocados por Dios deben aprovechar esa oportunidad, pues, no todas las personas pasan por eso.
Hechos 5:31 (Para más referencias busque Ro. 2:4; 2ª Ti. 2:25)
No obstante, también la Biblia enseña que el arrepentimiento es una responsabilidad que recae sobre todo ser humano sin distinción alguna. La Palabra de Dios le manda al hombre arrepentimiento.
Hechos 17:30
LA JUSTIFICACIÓN
La Justificación es el acto por el que Dios declara inocente a una persona, liberándola de toda acusación que podría presentarse contra ella. Siendo que los hombres han pecado, Dios no podría declarar a nadie justo sin romper su ley.
Éxodo 23:7
Dios no puede hacer ningún compromiso con el pecado; por tanto, él preparó una base eficaz sobre la que pudiera declarar justo al pecador sin lesionar su rectitud. Esta base Dios la estableció cuando entregó a su Hijo para que soportara la condena que merecía el pecador
Romanos. 8:3
De manera que Dios sigue siendo perfectamente justo al recibir justificados a los que se acercan a él por medio de Jesucristo.
2ª Corintios 5.21
La sangre de Cristo es el único medio de declarar justo a un pecador; pues, sólo Cristo ofreció la propiciación adecuada para satisfacer a Dios a la vez que fue el sustituto del creyente en el juicio. La seguridad de la justificación reside en el hecho de que el mismo Dios que nos había sentenciado como pecadores, ahora, en su hijo, nos declara totalmente libres. Nadie puede condenarnos, nuestra justificación es completa y definitiva.
Romanos 8:33
La justificación se recibe por medio de la fe. Únicamente los que creen pueden ser justificados.
Romanos 5:1
La fe consiste en creerle a Dios que Cristo hizo todo lo necesario para satisfacer las demandas de la justicia divina y presentarnos ante él sin mancha ni pecado.
Romanos 8:1
Los que han sido justificados, no sólo han sido justificados de sus pecados pasados, sino también de los presentes y futuros. Son las personas las que han sido declaradas justas no una temporada de su vida sino por toda la eternidad. La justificación es un privilegio que Dios otorga en el presente.
Juan. 5:24; 1ª Juan 5:13
Las afirmaciones de Pablo de que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley no se contradicen con las de Santiago cuando dice que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe.
Romanos 3:28; Santiago. 2:24
Las afirmaciones son complementarias, pues mientras Pablo habla de cómo somos justificados ante Dios, Santiago habla de cómo somos justificados ante los hombres. Lo primero se obtiene por la fe en la obra de Cristo, lo segundo por las obras de la fe, es decir, por nuestra conducta, que es consecuencia de nuestra fe. No es suficiente afirmar que somos justificados, también hace falta que nuestros actos demuestren a los ojos de los hombres que realmente tenemos una vida para Dios.
Romanos 5:1
Hace cientos de años, Bildad, un amigo de Job (Job 25:4) preguntó, "¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? y ¿cómo será limpio el que nace de mujer?" Este problema ha inquietado a los hombres a través de los siglos. Gracias a Dios tenemos la respuesta en la Palabra de Dios.
I. La Necesidad de ser Justificado delante de Dios.
A. Todo el mundo, cada persona, tiene la necesidad de ser justificado, porque es injusto. (Romanos 3:10). Tendría que ser perfecto para ser justo. Ninguno ha sido justo en sí mismo.
B. David no quiso ser juzgado por Dios, porque sabía que no era perfecto. (Salmos 143:2). En un juicio la persona tendría que responder por sus pecados, y ser condenado al lago de fuego.
C. Para ser justo, la persona tendría que ser perfecto en sus relaciones con Dios, con el prójimo, y con si mismo desde su nacimiento hasta su muerte. Con razón la Biblia dice, "no hay justo, ni aún uno". Si usted piensa que es justo, lea Isaías 64:6.
II. ¿Qué es la Justificación?
A. La justificación es el acto mediante el cual Dios declara justo al injusto.
B. No significa hacer al pecador justo, sino declarar que es justo, Aun los justificados no son completamente justos en sus vidas.
C. Es más que el perdón. El perdón libra de la condena del pecado, pero no de la culpabilidad. A veces los oficiales perdonan a un reo, pero esto no significa que es inocente.
D. En la justificación, Dios no solamente perdona al pecador, sino que también lo declara justo y libre de la culpabilidad de su pecado. Delante de Dios es como si nunca hubiera pecado--Entonces tiene paz para con Dios. (Romanos. 5:1).
III. ¿Cómo pueden ser justificados delante de Dios los hombres?
A. Leyendo las citas Bíblicas anotadas aquí, podemos entender que la justificación no es de uno mismo, (Lucas 16:15) tampoco viene por tratar de guardar la ley, (Romanos. 3:20) ni por vivir bien. (Isaías. 64:6).
B. ¿Cómo pues, es justificado el pecador?
1. La gracia Dios es el origen de la justificación. (Romanos. 3:24). Recuerden que "gracia" significa "favor inmerecido".
2. La sangre de Cristo es la base de la justificación. (Romanos. 5:9). Dios mira al pecador que acepta a Cristo como si no tuviese pecado porque la sangre de Cristo lo limpia de toda maldad.
3. La fe es el medio de recibir la justificación. Se trata de fe en el Señor Jesucristo como Salvador. (Romanos 3:28; 4:5; 5:1). En el momento en que cree el pecador en Cristo, es justificado delante de Dios. Es un acto instantáneo, no progresivo.
Conclusión: ¿Tiene usted paz para con Dios? La única manera de tener la paz verdadera es que El Padre le atraiga a Su Hijo y Él le salve. Entonces será justificado delante de Dios. (Romanos. 5:1).
LA SANTIFICACIÓN
Santo significa ser puesto aparte. En la Escritura ser santo es ser puesto aparte, ser consagrado para Dios. Cuando uno lo toma de esta manera puede recordar la manera con la que se utilizaba el término “santo” en el Antiguo Testamento. Cuando nosotros lo decimos de esta manera podemos llegar a la conclusión que no sólo los hombres pueden ser santos sino lugares, días, objetos, edificios, etc. Bueno, por lo menos esa era la manera en que se tomaba en el Antiguo Testamento. Podían ser santas las personas, pero a la vez las cosas. No obstante, el en Nuevo Testamento vemos a la iglesia que ya no cree que los objetos puedan ser santos. Nosotros solamente limitamos la santificación a las personas, pues, por medio de la obra de salvación de Dios el hombre pasa a ser santo.
Cuando un creyente es santificado esto lo coloca en una posición de separado para Dios; su nuevo lugar, su transformación espiritual le lleva a una relación especial con Dios. Los cristianos somos puestos aparte para tener una relación verdadera con Dios.
Ahora, es necesario comprender tres aspectos de la Santificación. Cuando es así se comprende bien la naturaleza de esta verdad.
LA SANTIFICACIÓN POSICIONAL O INSTANTÁNEA
Esta sucede cuando la persona es recibida por Cristo Jesús. Es la santificación heredada por su nueva posición en Cristo. Toda persona que ha sido salva por el sacrificio de Cristo es santa para Dios por haber sido lavado por la sangre preciosa del Cordero de Dios.
Hay que comprender que está santificación no es por la vida moral de la persona sino solamente por haber adquirido una nueva posición en Cristo Jesús. Veamos lo que dice la Escritura al respecto:
Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.
Hebreos 10:12-14 1 Corintios 1:2 Hebreos 13:12-14 Hechos 26:18
LA SANTIFICACIÓN PROGRESIVA
La santificación progresiva es el avance diario que el cristiano tiene de cumplir la verdad de ser apartado de Dios. Si bien es cierto desde el momento de la conversión el hombre es declarado por Dios alguien santo éste debe ser consecuente con lo que Dios le ha declarado y debe procurar la santidad.
Nuestro comportamiento diario, nuestra relación con Dios, nuestras acciones deben demostrar que fuimos puestos aparte.La santificación posicional se recibe al creer, la progresiva es la que se nota solamente por los frutos de arrepentimiento. El cristiano debe dar frutos de acuerdo a lo que pide la Palabra de Dios. Practicas pecaminosas, errores de carácter, malas acciones deben ser cambiadas. Un nacido de nuevo no puede ser santo si sigue igual que cuando no conocía al Señor.
Progresivamente debemos ser más santos, debemos buscar la perfección de nuestro Padre Celestial. La Escritura dice:
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiqué-monos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.
2 Corintios 7:1 1 Tesalonicenses 4:1
Es necesario reconocer que la santificación progresiva es un proceso de toda la vida. No es algo que dure solamente un periodo. Todos los días debemos buscar la santificación.
Cada vez que nosotros escuchamos o leemos la Palabra de Dios vamos conociendo más a Dios y sus deseos. Eso es lo que nos hace actuar cada vez más en su voluntad.
(Leer estas porciones: Salmos 119:9-11; Juan 17:17; Efesios 5:25-26).
La persona del Espíritu Santo obra también en nuestras conciencias para que cada vez seamos más santos. Hay que ser claros en decir que tanto la Palabra como el Espíritu Santo obran, pero, sí la persona también pone de su voluntad. Es el hombre el que debe someterse a la Palabra y la obra del Santo Espíritu.
Cuando el hombre cristiano no se somete a la voluntad de Dios. Dios lo disciplina para que pueda encaminarse en su voluntad. Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría; pero si nos juzga el Señor, nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.
1 Corintios 11:31-32
Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: "Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo." Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?
Hebreos 12:5-7
LA SANTIFICACIÓN PERFECTA
Finalmente, debemos decir que en esta vida jamás alcanzaremos la santificación perfecta. Cuando Cristo venga a recoger a su Iglesia seremos transformados y será operado en nosotros una santificación perfecta o final. La Escritura dice que en el momento de la glorificación sucederá esto. En verdad es así como se le llama a este acto. Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Filipenses 3:20-21 1 Juan 3:2
La santificación perfecta será efectuada por Dios sin la participación del hombre y será el resultado final de la obra de Dios en la santificación del hombre desde su conversión hasta su arrebatamiento.