LA ENFERMEDAD PARTE NATURAL DEL HOMBRE.- La enfermedad es una de las muchas plagas que cayeron sobre la raza humana a causa del pecado. Dios no es el autor de la enfermedad; todo lo contrario, él es la fuente de salud. En las escrituras Dios se llama a sí mismo “El Sanador”, de dónde se deduce que todo aquello que conduzca a la recuperación de un cuerpo enfermo es producto de la gracia de Dios.



Éxodo 15:26    Salmo 103:2-3    Isaías 53:4-6



EL PECADO Y LA ENFERMEDAD.- Debemos notar que en la Palabra de Dios, Dios habló con relación a la conexión entre el pecado y algunos tipos de enfermedades. Por tanto hoy en día muchos están enfermos porque el juicio de Dios ha descendido por desobediencia o pecado.



Números 12; Juan 5:14  Romanos 5:12



Dios usa distintos instrumentos y medios para traer salud a aquellos que están enfermos en términos físicos, emocionales y espirituales. La Biblia no solo nos habla de la condición espiritual del hombre, sino que también nos habla de su condición física. La biblia hace énfasis en la sanidad divina, muy en particular durante los días de Jesús y en la Iglesia Primitiva. Cerca de una quinta parte de los evangelios hablan de los milagros que Jesús hizo y de las discusiones que estos milagros ocasionaron.



Jesús comisionó a sus discípulos a que continuaran Su ministerio, incluyendo en él La Sanidad Divina. Un cristiano debe creer en la Sanidad Divina, Jesús usó diversos métodos para dar Sanidad Divina. Entre los métodos que usó están:



Usó la fe de la persona enferma, Usó la fe de las personas que estaban alrededor del enfermo, Uso sus manos para sanar al enfermo, Uso la oración para sanar al enfermo, Uso Su misericordia perdonando los pecados del enfermo para sanar, Uso Su autoridad y ordenó que la enfermedad dejara al enfermo.



- En muchas ocasiones la fe del individuo enfermo fue un factor muy importante en la sanidad. Marcos 5: 34, 6: 56;  Mateo 9:29
- Muchas veces la fe de otras personas fue un factor importante para que se efectuaran los milagros.  Marcos 2: 5, 9: 23-24; Mateo 8: 10-13
- El Método más común de Sanidad que Jesús utilizó fue hablar a la persona. Lucas 17: 14; Juan 4: 50, 5: 8, 11: 43
- Otro método muy común fue el tocar a la persona enferma para sanarla. Mateo 20: 30-34, Marcos 1: 40-42, 7: 33, 8 23; Juan 9: 6-7; Lucas 7: 13-14, 22. 51



Existen dos maneras en que Dios otorga salud a los cuerpos enfermos:



Sanidad indirecta: Es aquella en la que Dios sana a través de medios. La ciencia médica es uno de los medios más avanzados y especializados que Dios ha otorgado para la recuperación de los enfermos. En las Escrituras encontramos que Dios remitía al uso de medios con el fin de aliviar enfermedades (2 Re. 20:7-8); 1 Ti. 5:23).



Sanidad directa: Es aquella en donde Dios sana directamente, sin la intervención de medio alguno. La sanidad directa se ofrece sobre la base del sacrificio de Cristo (1 Pe. 2:24) y es parte de la proclamación de las buenas nuevas (Mr. 16:15-18; Hch. 4:29-30).



Dentro de la sanidad directa hay dos maneras que Dios usa para otorgar la salud. La primera, es la sanidad instantánea, es decir, aquella que se recibe de manera inmediata (Mr. 1:40-42). La segunda, es la sanidad progresiva, aquella en que Dios va otorgando la sanidad poco a poco (Mr. 8:22-25).